cautivos de la noche
no hay de que lamentarse,
en esta hora de sueño,
en estas sabanas guardemos nuestro secreto,
con tus ojos seductores,
susurremos nuesto pacto,
olvidemos el pasado
en cada prenda que nos despojamos,
con la sed de tus dedos,
atrapame con la lujuria de la delicadeza
angel de plateadas alas,
guardemos este secreto entre sabanas y piel,
guardemos esta hora en lo mas profundo de nuestas manos,
pon las reglas del juego,
y yo tirare los dados,
te observo como tiemblas en esa nube de calor que nos cubre,
me deleito oyendo tu respiraciòn entrecortada,
analiso la geografia de tus pechos,
bajando a tu cintura,
rozando tus muslos,
dibujando tu cuerpo con la punta de mis dedos,
robando un suspiro con cada roce,
una mirada,
un beso delicado,
un pasado olvidado,
una niña mujer,
un palpitar delator,
dos cuerpos que logran danzar cautivos de sus ojos