en las sabanas de la noche---- parte III---

Viernes 2:45… llegamos a mi casa, le ofrecí un whiskey… tan solo me respondió diciendo… “siempre con tu estúpido añejado de 18 ¿cierto?... igual con las mujeres”… y cerro esa frase con un beso, no me dejo responder, de hecho me quito hasta el aliento… ¿les cuento mas?, en esta parte no se si estaré lo suficientemente concentrado como para contar lo que sigue … está bien les contaré. Ese beso dio paso a unas caricias, desinhibió todas mis pasiones que hasta entonces estaban reprimidas… toque su rostro mientras nos besábamos suavemente… sutilmente… dulcemente acaricie desde el costado de un ojo hasta el comienzo de su cuello… me detuve solo un momento, para volver a su boca, y bajar lentamente hasta su escote, acariciando el contorno de sus pechos, mirando como si fuese un regalo sin abrir, desabrocho su vestido de terciopelo negro, mientras beso su cuello marcando una ruta… bajando lentamente el cierre de ese vestido que parecía hecho para ti, paso por el centro de tus pechos con mis labios, dejo caer como agua el vestido en tus pies, tu de pie, suspirando con los ojos cerrados mirando al cielo… se muestra tu cadera, ese sector al lado del ombligo que me vuelve loco, tus muslos aun parecen los de aquella niña que jugaba conmigo como si tuviera un par de dados que eligieran donde continuar… me levantas con tus manos, y desabrochas mi camisa negra, el cinturón y los pantalones dejándonos solos, con nuestra piel… sin mas atavíos, vuelvo a encontrarme con tu ojos, que parecen no mirar a nada, mientras recorro con el índice desde tu boca, hasta el comienzo de tus muslos… no hay un dialogo… todo parece ya estar dicho, el tiempo se hace eterno, inconciente, y sus muslos se ponen tensos, yo sonrío, me encanta el nerviosismo que tienes siempre que toco tus piernas… beso tu cuello y te llevo a la cama, te acuestas dejando una pierna no apoyada… me deslizo desde ella hasta que tu cuerpo húmedo se encuentra totalmente con el mió, lanzas un gran suspiro cuando entro en ti… también lo recuerdo bien, ninguna de las que han estado después de ti logró hacerme sentir como tu solo sabes, lentamente nos amamos… lentamente nos fundimos, nos hacemos uno solo, nos olvidamos de la noche, nos tapamos con sus sabanas hasta ver el sol desnudar nuestros cuerpos húmedos por la mañana, que no detiene nuestros juegos sexuales, ya soltaste los dados, ya dejaste tu cuerpo ser amado, ¿que hora es?... no importa sigamos jugando mi sirena, tápanos con las sabanas y volvamos a besarnos…